Un poema ritual

A veces nos complacemos en el dolor y en él nos inmolamos:

Aún en el agua muerta,
rémora de un latir de reproches,
se bañan palabras que gimen
y luego, se secan:
¡circular ceremonia de morir
para estar vivas
en que entran!

Y en al agua muerta y dormida callamos. En el disfrutar de cada cuchillada que nos acerca a estar más lejos. ¡Oh! ¡Latir de reproches! ¡Que hermoso dolor! Que pálpito y que fiesta enlutada de constelaciones, ¡Que baile y que danza eterna esta, Emesga! Que danza y que tumba y que silencio por el que paseamos como si de unos turístas de lujo nos tratáramos. Que parajes ocultos y secretos, que baranda azúl nos lleva por los límites donde observamos este ritual, tú lo has visto y lo has mostrado! Afortunados sean las estellas, a las que demuestras, a ellas también las puede cegar otra luz...

Retomo mi vieja costumbre de análisis con este poema, Emesga, que bien lo merece...

He tratado de sumergirme en tu poema, y esto he visto!


Un poema ritual
Por Emesga <---------------------- Poema como algo, no mecánico, sino sagrado, antiguo, una charla y una invocación íntima que queda aquí retratada. Nos encontramos en la noche luminosa, y la llama de la vela baila…
Así el agua muerta,
rémora de un latir reproches, <--------------------- El agua dormida es la solitaria sala de bailes, es el porche junto al jardín donde la abuela esperaba que la muerte le trajera el té (sin azúcar). Hay un estuario, un altar callado, sobre el agua violeta… El agua late imperceptible, en una queja eterna y lastimosa, son las palabras bajo su superficie, que arañan el cristal, son las palabras nunca dichas que tanto querían salir… Cruje la mecedora, y una lágrima cae del reloj, son las 6 y media.
se bañan las palabras que gimen
y luego, se secan: <---------------------- Una sacerdotisa que huele a magnolias frota pétalos secos en una tabla de lavar, contra el agua fría y violeta, el agua brilla en sus manos. (La vela en el altar se mueve, ¡Chispea! Estalla)
¡Circular ceremonia de morir
para estar vivas
en que entran! <---------------------- ¡Silencio! ¡Las palabras están callando! ¡El agua late y se ondula, cuando la sacerdotisa baila! Florecen las palabras y los pétalos marchitos ¡Alzan el vuelo! La mecedora cruje y la vela humea letras, las palabras se besan y los pétalos alados vuelven a sus libros. ¡El ritual violeta! ¡Todo comienza! Justo, cuando acaba.