En el foro de "la poesía que guarda el infierno" decían que cualquier persona que no está dispuesta a pasar por su propio infierno, a enfrentarse a él y sobrevivir, no sería un buen poeta.
Allí se decían:
"Deberán vencer vuestros cerebros de concreto para crear sudorosos la pirámide de fuego que rebosa y respira más allá del sueño, pasar de lo genital a lo maravilloso, dejar que un pájaro revolotee en la negritud de una boca seca para darle de beber el relámpago sumergido.
¿Qué importa en todo esto el amor ambiguo de Juanito por Juanita? La poesía es un hecho impredecible más cercano a la reivindicación de lo imposible que a la exaltación de una nada indigestible con forma de corazón.
Deberán coser sus ojos con agujas para sellar tumbas y volver a imaginar el volador efecto del río en donde un indio emplumado se refleja. Vosotros sois el reflejo, no el río con su cause vertical, hinchado de muerte y vida sangrante hasta lo terrible.
¡Deberán reinventar la poesía, a cada instante...!"