Aparte: Hacia tiempo que no me pasaba por aqui, demasiado diria yo, ya os conozco a quasi todos, y como
he visto que si no abro algo de debate esto se paraliza
, así que vuelvo para quedarme
Esto podría ir en reflexiones, pero lo voy a intentar hacer de un modo más acorde para esta sección.
Se alzaba la luna en menguante, palida, blanca, perlacea. Así la dislumbré desde el alfeizar de la torre.
No era la más alta, ni la que tenía más hidra intentando cubrir hasta el último resquicio de piedra, podría jurar que
en no mucho tiempo lo conseguría.
Las estrellas hoy parecían haberse tomado un descanso y abandonar a la luna. Quizás por envidia, pues hoy se encontraba
soberbía.
Abajo el lago cubierto de una tímida neblina que se perdía en los árboles que no me dejaban ver el bosque.
La habitación era más bien húmeda, apenas algunos muebles, una cama, que Dios me guarde de tener que dormir nunca ahí, un armario algunas sillas y un espejo enorme, viejo, oxidado y polvoriento, pero no por ello dejaba de ser bello. Y
una inscripción que el paso del tiempo se había encargado de diluir hasta el extremo que si no me lo hubieran dicho con anterioridad hubiese creido que solo era fruto de la humedad y la casualidad que lo ocupase justo el centro del marco del marco, ya ocre, que lo ocupaba.
La habitación, a pesar de su ruinoso estado tenía algo que me gustaba y a la vez me escamaba...
La luna estaba ya lo bastante alta como para yo poder irme a dormir, me gustaba despedirme de ella...
Apague la antorcha que iluminaba y a su vez ensombrecia de forma macabra la habitación...
- La echas de menos ¿verdad?
Mi imaginación sin duda empezaba a aflorar por el sueño, quizás demasiado vino en la cena...
- Puedes huir de aquí, evadirte, continuar haciendo como si no pasase nada, sabes que está ahí y te duele...
- No eres real, eres fruto de mi imaginación y de mi somnolencia, no eres más...
- Sino soy más, acercate y sientate... Discutamos...
La imagen no podía ser más aterradora, la única luz que entraba era la tenúe de la luna, y sin embargo ahi estaba, mi silueta, pero algo distinto en ella, no eran mis ojos marrones los que se disponian en la cara eran verdes.
Continuara...