Sobre "Las afueras (VII)" de Jaime Gil de Biedma

A las cinco de la mañana Jaime Gil de Biedma me explica que tu ausencia, de tener forma perceptible, sería noche. Que su invasión llegaría hasta mis ojos para descubrirlos solitarios e insomnes. Que la noche o tu recuerdo persistirían en el instante de ceder al sueño, único lugar que podría escapar a tu memoria, a evocarte. Y cuando al fin, batalla ganada del cansancio, la noche inunde el cuerpo mientras el pensamiento se halla en esa confusión, esa ceguera propia de la duermevela, de la lucha entre permanecer en la noche, permanecer con tu recuerdo, o dejarse vencer por el sueño y escapar de la memoria; conseguiré avanzar hacia el sueño total del otro lado de la noche.

¡Pero, ¿esto qué es?! ¡PERO, ¿ESTO QUÉ ES?!

Es un comentario de texto muy personal. Yo lo puse en La Torre porque Jaskier me dijo que era el lugar apropiado, pero luego me lo cambió de sitio por no ser teórico, y decidió que éste era el mejor lugar sin ningún motivo aparente. ¡¡¡No podéis clasificarme!!!

Era una pregunta retórica; basta con ver el vídeo...

Mis motivos son claros!

Este texto no es teoría sobre Jaime Gil de Biedma, es una especie de inspiración que te ha venido leyéndolo, supongo que prosa poética podría ser la palabra, por ende, este es su lugar!

Y si no te gusta, crearé una nueva sección, "La Hoguera", donde irán sólo tus escritos.... Y TÚ MISMA CON TUS RESPUESTAS QUISQUILLOSAS!

Chicos, chicos relajaros! Madre mia como están los animos por aquiiiiiiiiii

Yo quiero que me enseñen el poema que inspiró esto!

Desde luego, biofobia, creo con Jaskier que este es el lugar de tu texto y no La Torre; tu comentario de Biedma es un nuevo poema, bellísimo, por cierto.

Poema Las Afueras (vii) de Jaime Gil de Biedma

Mirad la noche del adolescente.
Atrás quedaron las solicitudes
del día, su familia de temores,

y la distancia pasa en avenida
de memorias o tumbas sin ciudad,
arrabales confusos lentamente

apagados. La noche se afianza
-hasta los cielos cada vez, contigua
la sien late en el centro.

Bajo espesura de rumor la ausencia
se difunde y regresa hacia los ojos
sin sueño abiertos, sensitivos. Algo

que debe de ser brisa, como un rastro
de frescura borrándose, se exhala
desde el balcón por donde entró la noche.

Sus sigilosos dedos de tiniebla
rozan la piel exasperada, buscan
las yemas retraídas de los párpados.

Y la noche se llega hasta los ojos,
inquiere las inmóviles pupilas,
golpea en lo más tierno que aún resiste

en el instante de ceder, irrumpe
cuerpo adentro, la noche, derramada,
y corre despertando cavidades

retenidas, sustancias, cauces secos,
lo mismo que un torrente de mercurio,
y se disipa recorriendo cuerpo.

Es ella misma cuerpo, carne, párpado
adelgazado hasta el dolor, latido
de mucha muerte insomne,

forma sensible de la ausencia -ciego
de noche absorta, gira el pensamiento.
Y la rosa de rejalgar, allí

donde fue la memoria, se levanta,
cabeza de corrientes hacia el sueño
total de otro lado de la noche.


P.S: Biofobia, si el poema acompañara al texto creo que sería más cómodo para su lectura y comprensión, si quieres edita tu mensaje, lo añades, y borro yo este