Precioso. Para mí es un soneto muy melancólico, muy triste. Quizá no sea eso lo que quieras expresar, Sergio, pero supongo que también depende de los ánimos con los que los lea el lector.
En general, me recuerda todo a mi charla jaja; "arden su ser donde la tarde acaba" me recuerda a la imagen de la "mariposa en cenizas desatada" de Góngora. En el último terceto veo toda esa metaforización del amor-insecto acercándose a "tu llama", al fuego del amado/a... su "fuego azul", que se me antoja el color de sus ojos y al mismo tiempo, la pasión del amor. Sin embargo, lo de "copas de hiel" no acabo de entenderlo..
"En el nombre del sí de las polillas", este verso me parece precioso. Es muy sencillo pero otorga mucha solemnidad al soneto.
Una vez más, bravísimo, mío caro.