Los Amarantes

Ellos se amaron como un río subterráneo. De forma intermitente hablaban, pues apenas necesitaban comunicarse. Les bastaba con el rumor de pensamientos que el viento les traía por las noches, asomados a la ventana (separados por varias calles, con miedo a encontrarse).

Ellos se amaban, y pues, en esta corriente de amor poco más que su amor necesitaban. Sin verse, sabían dónde estaban… con solo mirar al cielo, a las nubes. Sin compartirse, conocían cada rincón de sus almas.

¿Por qué, en tales condiciones –igualdad, comprensión, conexión-, no se atrevían a encontrarse? Preguntarás, curioso expectador. Es muy sencillo: si dando tan poco tenían tanto, ¿cómo soportarían sus cuerpos el rigor de hallarse en sus miradas?

El miedo a no poder soportarlo a veces es incluso mayor que las ganas de ver a la persona amada. Y sin embargo yo creo que no hay nada más bonito que verte reflejado en SUS ojos. Porque.. todo lo que tenga que ver con esa persona, va con mayúsculas. Siempre va a ser Él o Ella.
(al menos, para mí)

"Poco es tanto cuando poco necesitas", que dice la canción