No pudo ser

Nos encendimos con pasión
Como si fuese solo nuestra.
Fuimos dos llamas en una
Fuimos todo, fuimos nada.
Somos nada.
Nos apagamos...









El título es el mismo que uno de los poemas de Bécquer y quizás tenga mucho que ver...y aunque esté mal ponerle el mismo, cuando lo hice no lo pensé, ahora que lo leo me doy cuenta, pero en fin...
Y bueno, si esque se le puede llamar "poema", pero...así me salió, así os lo enseño.

Buenas noches, Kate.

Este poema huele a cenizas y a hojas, a vela dentro de una campana azul, una llama debil....

No pudo ser <----- Comienzo similar al de Becquer, ese poema tiene cierta sensación de despecho u orgullo "querías tirarme pero no pudiste, já", sin embargo en este es de esperanza vana, es un comienzo, es el título y a la vez es el fin, es el adelanto, es el final del poema.....


Nos encendimos con pasión
Como si fuese solo nuestra.<------ Nos quisimos tanto que nos encendimos, que logramos prender una chispa, ese acaparar la pasión como si fuera solo vuestra es muy significativo, era una pasión tan fuerte que las demás se empequeñecían, se apagaban, o tal vez no, porque las demás ya no importaban una pasión que os cubría por completo y os aislaba en su llama, una llama dentro de una campana azul.....
Fuimos dos llamas en una
Fuimos todo, fuimos nada.<-------- Se unieron ambas llamas, ambas pasiones, y esp lo era todo y lo consumió todo, acabó con todo el oxígeno dentro de esa preciosa campana azul, decorada con te quieros en rojo, con ramas verdes, con flores amarillas, esa preciosa campana se iba apagando desde dentro, esa gran pasión conlleva un gran sacrificio...
Somos nada.
Nos apagamos... <<------ Casí puedo oir aquí de nuevo el título... "No pudo ser".... Si se deseaba tanto seguir, sin embargo al consumirse todo el oxígeno quedó el vacío, el frio, se sigue atrapado dentro de esa campana fría, donde se ha apagado el fuego, nos apagamos, hace falta aire... Si dejas que esta llama se apague no volverá a encenderse, mientras una chispa vive aun puedes alimentarla y hacer que vuelva a llenarlo todo, hasta romper esa campana, llegar más lejos, pero si ya se ha apagado, tal vez quedes atrapada dentro... Aunque quieras mantener esa llama, el oxígeno se acaba....


No pudo ser




Me gustan tus títulos, suelen ser contundentes, como tú.

Kate no tengo palabras para tu poema, mucha evolución te veo desde el fruto prohibido.
Jaskier, no se como lo hacer pero sacas poesía de la poesía, Grande entre los grandes

En la película Mozart, el director Milos Forman pone en boca de Salieri una maravillosa sentencia sobre las obras del maestro de Salzburgo: "Si quitabas una nota, la diferencia era sencible; si cambiabas un compás, la melodía se derrumbaba entera".
De tal manera ejemplificaba el personaje de Salieri la milimétrica precisión de la arquitectura melódica mozartiana. La poesía es idéntica, y cada verso es un compás donde caben un número determinado de notas que, de ser superado, afea el resultado. Es una cuestión de oído, y para desarrollar el oído hay que leer en voz alta. Así pues, si leyeras tu poema en voz alta notarías que en el segundo compás sobran dos notas, y que precisamente por ello sonaría mejor quitar ese "solo":

Nos encendimos con pasión
Como si fuese nuestra.
Fuimos dos llamas en una
Fuimos todo, fuimos nada.
Somos nada.
Nos apagamos...

La estructura cobra un voluptuosidad nueva, no creo que pueda negarse. Esto es un asunto formal que en este foro a nadie le importa, visto está, pero que yo insisto en recalcar por si algún alma caritativa se digna a hacerme caso. La gente sigue pensando que esto del "me suena bien" es aleatorio, engañando sus oídos. No, el equilibrio melódico, se sabe desde que los monges cantaban en el coro de las catedrales góticas, no es un capricho; las cosas están a ritmo o no están a ritmo. Otra cosa es que haya ritmos diferentes o que la propia disonancia o quebramiento pueda ser un recurso rítmico. Pero vamos, que la estructura formal es la única cuestión digamos invariable de todo hacer poético.

Lo interesante de tu poema es el empleo del verbo ser. O bueno, quizás me parezca lo interesante a mí hoy como consecuencia de que llevo varias horas trabajando con ese verbo (todo es posible). Lo curioso es cómo llenas, mantienes, y vacías de significado ese verbo. Un verbo que, por cierto, no tiene ningún "significado". Al menos un significado como el de "mesa". El verbo de cópula es una especie de espacio (Heidegger diría casa) donde vienen y van cosas muy complejas de explicar ahora mismo. En cualquier caso, es el gozne de unión entre el sujeto y el predicado, y no añade a la relación de ambos elementos ningún otro significado más que el significado de "identificación". Decir que Cátalin es guapa solo pone en conexión Cátalin-guapa. Tú lo empleas para metaforizar la realidad con una dulzura innegablemente becqueriana.

Nosotros-----------------SER ------------------ LLAMAS/TODO/NADA

A este núcleo de metáforas se añade la antítesis encenderse/apagarse que recoge el tópico milenario del ignis amoris, el amor como un fuego. El poema empieza y acaba porque ese fuego empieza y acaba. Y entre medias de ambas cosas tenemos la oscilación del nosotros. Como las llamas, crepitan, suben y bajan, del todo al no-absolutum.
Personalmente creo que el verso "fuimos todo, fuimos nada" peca un poco de obviedad. Me parece el camino fácil, ¿no crees? Te lo digo desde el absoluto afán crítico-positivo. ¿Qué es ser todo y qué es ser nada? Lo "todo" abarca tanto que termina por no ser nada, al menos nada en concreto. De ser todo a ser nada, créeme, no hay apenas distancia. No me remito ya a la facilidad que pueda entrañar... sino a que es un verso que quizás está en blanco. ¿Qué hemos dicho ahí? Pues poco, la verdad. Porque el todo y la nada en contraposición terminan camuflándose. Yo sé que lo que tú querías era conmesurar un absoluto que abarcase todo en el sentido de todo lo que es y todo lo que no es. Lo sé, lo sé y lo aplaudo porque me parece brillante tener la idea de pretenderlo. Pero pienso, humildemente, que ser todo y ser nada no resuelve la cuesión, la hermosísima cuestión que te atreviste a abordar.


Me gusta su sencillez, su pureza, su brevedad (viva lo breve, por dios!) y su morirse. porque tiene un morirse, un dejar de ser, exactamente igual al de una llama. Se cae, se deja llevar por un aire, lleno de levedad, de inocencia, de nihilidad. nada grave, el apagarse de una vela no es nada grave. Tal parece. Pero luego el poema, que se ha muerto como se mueren los gorriones, nos deja solos y sin luz. Muy bueno.

Espero que sirva de algo lo que he dicho, no quería quedarme en el mero halago. Lo último que quería decirte (es que se me acaba de ocurrir) tiene que ver con el título. ¿Te has dado cuenta, Cátalin, que "no pudo ser" pero que lo único que sabemos seguro es, precisamente, que fue? Piénsalo.

Besos!!!!!