¡¡¡¡FELICES FIESTAS, MAESTROS!!!!

¡¡FELICES FIESTAS!!

Hace quizás tres mil años, la mano temblorosa de un hombre ciego se posó en el arpa. Y sonó una nota. Y estalló un verso. Fue el instante más triunfal de toda la poesía: nació, y vio la luz, y fue luz, y desbordó el mundo.
Nuestras manos, cuando escriben, tiemblan como una prolongación infinita de aquella nota madre de la que nació el primer verso de amor. Nuestras voces son un eco de la voz del arpista ciego, y las tintas que manchan y emborronan la límpida nieve de nuestros cuadernos, son las lágrimas en sombra de aquellos ojos que a la luz se abrieron para no encontrar sino la noche.
Milenios después, el maestro Antonio Machado, felizmente sevillano, reconstruiría el mito en su "Cante Hondo": Nerviosa mano en la vibrante cuerda,/ ponía un largo suspirar de oro/que se trocaba en surtidor de estrellas. En estas fiestas de luz, heredemos ese manantalial de estrellas y que alumbren vuestro camino con la sencilla claridad que sin duda les figuró don Antonio.
Y que vuestros sueños sean como perlas de esa honda noche universal de la que Borges hablaba en "Amanecer", y que nada ni nadie, poetas, os los quite; son lo único que nos queda a nosotros, último eslabón de nuestra noble dinastía.
Vida, Salud y Versos para todos vosotros que sois el futuro. Vida para vuestro seguir y Luz para vuestras noches. Y que esta navidad los cielos prescindan de nieve y os brinden una lluvia de sonrisas y de esperanza e ilusiones.
A nuestros fundadores: gracias por este lugar. A todos los demás: gracias por estar aquí. Y al Diablo del ritmo: gracias por la infinita cadena de causas y efectos que ha hecho que todos nos encontremos. Feliz Navidad

Sergio,
poeta de la generación del 2000